Descripción de los Fondos Marinos en Bahías de Huatulcomira los fotos
La fascinante costa del área de las Bahías de Huatulco, es una amalgama de playas, riscos, islotes, acantilados, arrecifes coralinos y morros, conjugados para ofrecer al aficionado al buceo autónomo y libre una gran variedad de atractivos para la práctica de éstos deportes. Para el buzo novicio y el aficionado al esnórquel, los arrecifes de la playas de La Entrega, en la Bahía de Santa Cruz, de playa Riscalillo y San Agustín, así como las placas coralinas de las Islas de Cacaluta y la Montosa, constituídas básicamente por tres diferentes especies de coral "duro" o "ripio" (acróporas), ofrecen una amplia gama de atractivos biológicos dada la enorme variedad de organismos vivientes que encuentran en los arrecifes su habitat ideal y a la poca profundidad en la que este ecosistema florece.
Es muy común el encontrar grandes cardúmenes de machines Prionurus laticlavius ramoneando entre las estructuras coralinas en busca de alimento. En estas áreas es posible ver hasta cuatro diferentes especies de morenas. distinguiendose por su abundancia la moteada Muraena lentiginosa, la verdeGymnothorax funebris, la listada Gymnomuraena zebra y la pardaGymnothorax castaneus, asi como al menos una especie de serpiente marina Myrichthys maculosus. Tampoco es raro descubrir, cobijados bajo las cornizas y oquedades de las formaciones de coral, tiburones gata Ginglymostoma cirratus y algunas veces tortugas, que sin duda acuden al arrecife para descansar de la dificil lucha por la supervivencia en mar abierto. Para el observador cuidadoso, no será dificil encontrar camuflados u ocultos entre las "ramas" del ripio, diversas especies de cangrejos, caracoles, bivalbos, gusanos tubícolas, espirografos, esponjas y con un poco de suerte, caballos de mar, algún nudibranquio o algún erizo "diadema". La profundidad en estas áreas no excede de los 25 pies y casi todas, incluyendo las de las islas, están contiguas a alguna playa.
El Terreno Sumergido
Los escarpados e impresionantes acantilados que dividen topográficamente a las playas y a las diferentes bahías, modelados por el incesante efecto erosivo del mar y del viento, tienen su contraparte sumergida bajo las aguas de Huatulco. El paisaje submarino en estas áreas es francamente imponente. Los acantilados continúan bajo la superficie hasta una profundidad promedio de 100 pies, aunque en algunas zonas el fondo arenoso puede ubicarse hasta los 130 pies. Para el buzo que busca corales de abanico o gorgonias, cardúmenes de jurel Caranx sp., palometa Selene brevoortii o snaper Lutjanus sp., entre otras de las multiples variedades de peces que es posible encontrar, éstos acantilados submarinos son el sitio al que hay que acudir. Las múltiples y variadas formas que, caprichosamente ha dado el tiempo a estas paredes, han dado origen cuevas, huecos, salientes, cornizas y cañones, que atraen como faros a las naves a tortugas, especialmente golfinas y de carey, a rayas, como la mantarraya gris Dasyatis americana, la amarilla Urolophus concentricus, la guitarra Rhinobatos hynnicephalus y la torpedo Narcine bruneus, estas dos últimas con cuerpos y aletas similares a las de los tiburones, reminicencias quiza de un antepasado común entre ambos grupos, así como a meros Epinephelus sp, medregales Seriola sp. y pargos Pagros sp, por mencionar algunos.
Los peces globo también son abundantes en toda el área y a cualquier profundidad. Se distinguen cuando menos tres especies y siete variedades diferentes: el azul y tres amarillos Arothron meleagris, el café Arothron stellatusy el espinoso Diodon hystrix y Diodon holacantus, asi como también al menos dos especies de peces cofre Ostracion meleagris y Canthigaster janthinoptera. Las morenas verdes han sentado sus dominios en éste mismo nivel . Para el buzo prevenido que ha traído consigo una lámpara, no le es difícil localizar, disimulada y oculta bajo la sombra de alguna oquedad, a estas imponentes anguilas de aspecto feroz pero tímidas por naturaleza. Y ya que de anguilas hablamos, una vez que se alcanza el fondo arenoso, resulta divertido observar los grandes "prados" cubiertos con anguilas jardineras o condrios gorgasia preclara quienes viven en agujeros excavados por ellas mismas a la medida de su esbeltez y longitud. Es curioso verlas a la distancia con sus cuerpos largos y delgados, emergiendo de sus agujeros erguidas y dejando la parte trasera guarecida en la seguridad de sus hogar; conforme el buzo se acerca, van desapareciendo de la vista al enterrarse en reversa dejando visible, unicamente sus enormes ojos, desproporcionados al diminuto diámetro de su cuerpo.
Los Naufragios
Desde que el hombre se acercó al mar empezó a extraviar objetos en el mismo. Una vez que consiguió comprenderlo para remontarlo y viajar sobre su impredecible superficie, se inició la historia de los naufragios. Miles de naves han terminado sus travesías en el fondo de los océanos. Las aguas de Huatulco han cobrado también tributo a la osadía del hombre. Muy cerca de Punta Ballena, a escasos metros de la entrada a la Bahía de Santa Cruz, reposan los restos de una embarcación de vapor cuya historia y procedencia son inciertas. Cuentan alguunos ancianos pobladores originales de Santa Cruz, que una noche vieron en el cielo fuegos artificiales. Temerosos, quiza por la remembranza de antiguas incursiones piratas en el puerto, la mayoría de ellos busco refugio en las partes mas altas de la zona. Corría la década de los treintas. A la mañana siguiente, en la playa de Santa Cruz, los habitantes que se animaron a regresar encontraron a un grupo de hombres habían que alcanzado tierra firme en un bote de remos. Los recien llegados náufragos explicaron que su barco, llamado "algo así como Foquian o Faulkian", a decir de Don Felix, anciano septuagenario que al ocurrir lo relatado contaba con doce o trece años de edad, estaba haciendo agua y lo habían fondeado a la entrada de la Bahía, justo después del Bufadero. Los náufragos indicaron a las gente del pueblo que rescataran lo que pudieran de la embarcación antes de que se hundiera, y les pidieron su ayuda para llegar a algún poblado desde el que pudieran dar parte de lo ocurrido. Pronto la gente tomó cuantas cosas de utilidad había en el barco. Los niños, entre ellos Don Félix, iban cotidianamente para jugar abordo de la agonizante nave de madera. Cuentan que en la cubierta, había una gran cantidad de barrilles conteniendo " algo así como chapopote" que manchó la inmaculada playa de santa Cruz durante varios días. Quiza se tratara de combustible para la caldera o quiza fuera parte de su carga. Entre los bienes que transportaba, iban algunos tractores y maquinaria agrícola. Cuentan que tal vez iban destinados a un rico agricultor del área de Coyula. Finalmente, el mar hizo lo suyo y el pequeño barco carguero quedó sepultado bajo toneladas de agua, sin poder precisarse cuánto tiempo permaneció a flote.
Las Orugas
En la actualidad, el pecio de las "Orugas", como se le ha dado en llamar debido a las orugas o bandas de tracción de los tractores que transportaba, es quiza uno de los buceos más interesantes que se pueden realizar en Huatulco. En una profundidad inferior a los treinta pies, descansan los chasises, motores, ruedas y orugas de los tractores que nunca trabajaron la tierra pero que hoy florecen con infinidad de formas de vida marina. Aunque del cuerpo del barco no queda ya prácticamente nada, es posible distinguir el motor de vapor, la flecha a la que una vez estuvo atornillada la propela de casi dos metros de diámetro, elaborada en bronce y que desafortunadamente fué removida de su lugar. Siguuiendo hacia los 50 pies, se encuentran por todas partes poleas, engranes,malacates, estructuras y partes tanto del barco como de su carga. Siguiendo la enorme cadena, se llega a una ancla, la cual mide aproximadamente un metro cincuenta y se encuentra erguida, como desafiando al tiempo, apoyada sobre una piedra, a una profundidad de 70 pies. Separada unos cuantos metros, se localiza otra ancla, más pequeña. Otra estructura interesante es la caldera de vapor, de aproximadamente 3 metros de diámentro por tres de largo, cuyo exterior e interior han sido delicadamnete decorados por una gran variedead de esponjas, corales y anémonas, y que ahora ofrece cobijo a una gran colección de peces de diversas especies. La caldera descansa entre los cuarenta y cincuenta pies de profundidad. [La caldera ha dado volteretas desde a una más gran profundidad debido a huracán Pauline.] Los restos más profundos identificables, se encuentran entre 80 y 85 pies y son las estructuras conocidas como las "porterias", debido a su similitud con las metas de los campos de futbol. No es difícil encontrar alguna cabrilla de tamaño respetable reposando sobre alguno de los largueros.
Frente a los bajos de Coyula, en la playa Ixtapa, contigua a las del Coyote y San Agustín, se localiza otro pecio, conocido como el del "Coyote". Se trata de un barco camaronero, a juzgar por el arte de arrastre que se encuentra a pocos metros de la embarcación. Aunque este naufragio es más reciente que el de las Orugas, no ha sido posible determinar cuando ni bajo que circunstanciasocurrió el hundimiento. Este pecio se encuentra en buenas condiciones, recostado sobre su costado izquierdo contra un morro que posiblemente fuera su verdugo, a una profundidad de entre 60 y 90 pies. Aún es posible visitar el puente de mando, la bodega de proa, y en general su estado de conservación permite distinguir el malacate para el aparejo de arrastre, la propela, los mástiles y gran parte de las superestructuras del barco. Recientemente, debido al desprendimiento de una mampara, quedó al descubierto el baño de la embarcación. Incluso, algunos trozos de cuerdas, cables y redes se han resistido a al deterioro dándole al pecio un aspecto fantásmagorico. Y que decir de la vida marina que pulula en torno al barco. Criaturas marinas de infinidad de clases y especies han encontrado en ésta obra hecha por el hombre, el hábitat ideal para coexistir.
Buceando de Noche
Otra faceta del buceo recreativo que es factible practicar en Huatulco es el buceo nocturno. Para los buzos con poca experiencia en esta especialidad el sitio más recomendable es sin duda el arrecife coralino de la playa de La Entrega, dada su poca profundidad, 25 pies en la parte más honda, la tranquilidad de sus aguas y la gran variedad de peces que es posible encontrar y observar en su etapa nocturna. Además, la facilidad de llegar a este sitio por carretera, lo hace perfectamente accesible para ser buceado desde la playa. Para los más avanzados, son muy recomendables la isla de la Blanquita, por su proximidad a la dársena de Santa Cruz, ya que el viaje en bote no excede de cinco minutos. En este punto es común encontrar peces Lora, profundamente dormidos en sus refugios nocturnos, así como langostas en plena actividad y de vez en cuando alguna morena verde nadando a media agua, buscando sin duda la presa que le servira de alimento.
Otro punto adecuado para bucear de noche, es la Isla de la Montosa, ubicada frente a la zona hotelera de la Bahía de Tangolunda. En este sitio, se pueden realizar buceos de poca profundidad frente a la Playa de la Guerrilla, o bién aventurarse mas abajo, de acuerdo a las recomendaciones de profundidad máxima que para buceo nocturno establecen las diferentes asociaciones de buceo. En el lado oeste de la Isla, se puede descender hasta ochenta pies, pero idealmente hay que mantenerse o no exceder de 50 . En este punto, al igual que en La Blanquita, se pueden encontrar diversas especies de peces, corales y crustaceos, pernoctando algunos, y en su etapa activa los otros. La Montosa tiene además, el atractivo de estar poblada por una gran variedad de anémonas, difíciles de apreciar durante el, pero que en la oscuridad de la noche despliegan sus tentáculos buscando su alimento. Tambien es posible observar una especie de coral amarillo, muy abundante en las paredes de las rocas, que semeja un pequeño tubo durante el día, pero que al cobijo de la oscuridad despliega todo el esplendor de sus pólipos semejendo un jardín cubierto de flores.
El Plancton Fotofosforecencia
Otro atractivo extra del buceo nocturno en Huatulco, es el fenómeno de la fotofosforecencia. Las aguas de Huatulco están densamente pobladas por una especie de criatura planctónica, que de alguna manera, al ser estimulada por fricción, emite una luz de color verde. Resulta impresionante, en las noches sin luna, ver la estela que va dejando tras de sí la embarcación, ya que ésta se ilumina como si una lámpara de neón estuviese prendida bajo la superficie del mar. Una vez buceando, las burbujas de aire, y prácticamente cualquier movimiento rápido que se realize, estimula a éstos microscópicos seres haciéndoles emitir su fascinante luz. |
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