El aire que respiramos es una mezcla de varios gases entre los cuales el nitrógeno (79 %) y el oxígeno (20,97 %) constituyen casi el 100 % de la misma. A pesar de que el oxígeno es el único gas requerido por nuestro organismo, no se lo usa en forma pura para la práctica del buceo deportivo ya que, en general, resulta tóxico a más de 1,7 atmósferas. Está intoxicación por oxígeno es conocida como hiperoxia. El oxígeno puro es usado con frecuencia en el buceo militar y profesional, fundamentalmente por la necesidad de llevar a cabo inmersiones prolongadas y a poca profundidad. La hiperoxia se asocia más con los equipos de circuito cerrado o semicerrado que con los de circuito abierto, no obstante respirar oxigeno a una presión excesiva, ya sea por la profundidad de la inmersión o por el porcentaje de dicho gas en la mezcla que utilizamos, son aspectos determinantes en esta intoxicación. El uso de un equipo de circuito abierto, cargado con aire comprimido, a profundidades superiores